Cuentan
que las herramientas, un buen día, se reunieron en asamblea plenaria con la
finalidad
de arreglar sus diferencias.
El
martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que
renunciar. ¿La
Causa?
Hacía demasiado ruido y además se pasaba el tiempo golpeando. El martillo
aceptó su
culpa, pero pidió que el cepillo fuera expulsado también debido a que siempre
hacía su trabajo
en la superficie, y no tenía profundidad alguna.
PEXELS
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El
cepillo aceptó a su vez, pero pidió la expulsión del tornillo. Adujo que había
que darle
muchas
vueltas para que sirviera para algo.
Ante
el ataque el tornillo aceptó también. Pero a su vez pidió la expulsión del
papel de lija.
Hizo
ver que era muy áspero en su trato y siempre tenía fricciones con los demás. Y
el papel de
lija aceptó, con la condición de que fuera expulsado el metro, que siempre se
pasaba midiendo
a los demás, con su medida como si este fuera perfecto.
En
eso entró el carpintero, se puso el delantal y comenzó su trabajo. Utilizó el
martillo, el
cepillo,
el papel de lija, el metro y el tornillo.
Finalmente
de la madera trabajada, salió un lindo mueble.
Cuando
las herramientas quedaron solas, se reanudó la deliberación. Fue entonces
cuando
tomó
la palabra el serrucho y dijo:
Señores,
ha quedado demostrado que tenemos muchos defectos, pero el carpintero trabaja
con
nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos e importantes. Así que no
pensemos
en nuestras debilidades sino concentrémonos en nuestras fortalezas y aspectos
positivos.
La
asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, contundente y el cepillo
suave y
eficaz.
Se dieron cuenta de que el tornillo tenía la habilidad de unir y dar fuerza, y
el papel de
lija
era especial para afinar y limar asperezas.
También
observaron que el metro era preciso y exacto. Se sintieron entonces un equipo
orgulloso
capaz de servir y producir diversos artículos y muebles de calidad.
¿Ocurre
lo mismo con nosotros los seres humanos? Observe a su alrededor y lo
comprobará.
Cuando
en un hogar, empresa, institución u organización sus miembros gastan su tiempo
y
esfuerzo
en buscar los defectos de los demás, la situación se vuelve tensa, negativa y
rumbo
al
caos y la posible desaparición.
En
cambio cuando los propósitos son enfocados positivamente buscando propiciar los
mejores
valores individuales y de grupo, estamos ante las puertas de los mejores y más
satisfactorios
logros humanos.
Muy buena reflexión
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