Enseñar a leer a los niños: Te damos la clave para ayudarlos con esta hermosa tarea

Consejos para que tu hijo aprenda a leer y gane fluidez.

Lo primero que debéis tener claro es que vuestro hijo tiene que aprender jugando, por que esta es la única manera para que realmente aprenda y además, le entre el gusto por la lectura. Hay que poner entusiasmo y motivación para que leer se convierta en un juego más del día.
La media de edad en la que un niño aprende a leer y a comprender lo leído es alrededor de los seis años, pero hay niños más precoces y otros más tardíos. Hay que iniciar a los más pequeños en la lectura lo más temprano posible, desde bebés se les puede leer cuentos y a los dos años, ya le puedes enseñar a reconocer las primeras palabras.

Leer sus primeras palabras
Cuando un niño aprende a leer se le abre un mundo de historias y le permite desarrollar su conocimiento. Tenéis que empezar motivando a vuestro hijo y convertir la lectura en un juego para que empiece a disfrutar con ella. Cuando veáis que vuestro hijo se empieza a aburrir, cambiar la actividad y volver a la lectura más tarde. Hay que evitar que se convierta en una obligación.

Para comenzar siempre utilizaréis las palabras más familiares: ya sea papá, mamá, su nombre y el del hermano si tiene. Poco a poco podéis ir añadiendo los nombres de amigos, familiares, objetos comunes o sus juguetes. En una cartulina o un papel grande con letra clara y minúscula tenéis que escribir esas palabras y repetirle "Aquí pone papá", mientras alternáis con otra actividad.
A partir de varios días repitiendo estas palabras le podéis preguntar y decirle "Aquí pone..." y que el niño solo diga "Papá". Si reconoce la palabra y acierta hay que animarle y aplaudir al niño, pero si todavía no lo sabe no tienes que desesperar, ten paciencia y sigue repitiendo. Según vaya aprendiendo, puedes añadir palabras nuevas como las partes del cuerpo. Cada niño tiene un ritmo, así que no es bueno comparar.
Aprender a construir frases
Con la misma técnica anterior puedes enseñarles verbos, artículos y preposiciones para que pueda identificar frases, como por ejemplo "El perro quiere agua". Con el tiempo podrá leer frases con las palabras que ha aprendido. Ten en cuenta que un niño lee cada vez más deprisa según conozca las palabras y que incluso, un adulto puede que tenga que bajar el ritmo de rapidez o hacer más pausas si lee un texto con vocabulario muy técnico que le sea desconocido, como por ejemplo términos médicos o jurídicos.


Siempre es conveniente que comentes con la escuela o el colegio el nivel que están impartiendo y consultes los métodos que están empleando. No hay que contradecir al niño ni crearle confusiones, siempre procura que ambas enseñanzas se complementen. Tampoco debes dejar todo el aprendizaje en manos de los profesores, los niños necesitan practicar y reforzar lo aprendido en casa.
Aumentar la fluidez de la lectura
Cuando el niño comienza a leer, separa las sílabas y apenas comprende lo leído, pero como todo, se aprende a base de practicar. Hay que empezar leyendo en voz alta y con textos fáciles y con muchas ilustraciones, no se trata de convertirlo en algo difícil y aburrido. Para que aprendan a entonar, repite lo que ha leído el niño poniendo énfasis para que escuche la diferencia y así aprenda las interrogaciones, las exclamaciones, tildes y demás.
Practica leyendo diálogos de teatro con tu hijo, será divertido a la vez que aprende a fragmentar menos las palabras. A medida que leen, aprenden palabras nuevas y las interiorizan para las próximas veces que se encuentren con ellas. Un consejo para cuando no conozca el significado de una palabra, es que el niño la busque en el diccionario y lea en voz alta la definición.
La fluidez no es lo más importante, ya que hay niños que leen de carrerilla pero luego no han entendido nada. Lo que verdaderamente importa es la comprensión lectora, por eso es bueno que cuando leas con tu hijo, siempre le preguntes acerca de la historia para asegurarte de que lo está comprendiendo.

Para que el niño comience a interesarse por lo libros:
- Enseña con el ejemplo, si te ve leer a ti, es más probable que él también quiera hacerlo.
- Descubre sus gustos y comienza por los libros que más le gustan.
- Establece un horario en casa para leer en familia.


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