Tú eres una mujer. Eres huesos y sangre corriendo por
venas fuertes. Eres un corazón que late intensamente, apasionadamente,
ferozmente para aquellos a quienes amas y cuidas. Eres la gracia y la
sabiduría, la dureza y la ternura, el poder y la delicadeza envueltos en la
piel y el alma. Tú eres una mujer. Y deberías estar orgullosa.
IMAGEN: PAPER4PC |
Debes estar orgullosa de los pasos que has dado, de las
palabras presionadas a la página por otros como tú, palabras de esperanza y
promesa, y caminos tallados por la determinación y la resiliencia. Debes estar
orgullosa de los colores, las nacionalidades, las razas, las diferencias que
nos unen. La forma en que podemos ser tan físicamente diferentes, pero todos
con corazones fuertes y hermosas almas. Todos luchando por y persiguiendo las
cosas y la gente que amamos.
Debes estar orgullosa de las formas en que hemos crecido.
Cómo hemos aprendido a aceptarnos. Cómo hemos empezado a defendernos unos a
otros en lugar de en contra, y notar las maneras en que podemos ser mejores el
uno para el otro. Cómo podemos amar más allá de nuestras paredes. Debes estar
orgullosa de nuestras voces, la forma en que somos implacables por los
derechos. La forma en que hemos decidido hacernos fuertes y audaces en lugar de
pasivos.
Debes estar orgullosa de tu risa, tu sonrisa, tu postura,
tu corazón. Deberías estar orgullosa de lo que eres y de donde has estado, de
las lecciones que has aprendido y de la senda por la que todavía estás vagando.
Debes estar orgullosa de tu piel y cabello, tus piernas y la mente, tu
identidad sexual, tu independencia, tu género, tus pensamientos y tus sueños, todas
las cosas que te hacen tú. Debes estar orgullosa de lo que has superado, y las
hermanas que has hecho a lo largo de tu viaje. Todas estamos tropezando, todas
luchando hacia adelante, todas tratando de dar sentido a los cuerpos y las
almas en las que hemos encontrado seguridad. Todas estamos aprendiendo a ser
más fuertes, a amar, a convertirnos en quienes estamos destinados a estar en un
mundo que no siempre sabe cuidar de nosotros a cambio.
Pero eres mujer. Y deberías estar orgullosa. De cada paso
hacia delante. De cada momento de felicidad. De cada revés, enseñándonos a
empujar aún más fuerte. De cada oportunidad que se te ha dado para mostrar al
mundo que puedes y lo harás. Así que alza la voz. Abre la boca. Da vuelta a tus
labios a una sonrisa e inclina tu cara al sol. Eres una mujer, hermosa y
compleja y resistente y siempre cambiante. No tienes que esconderte. No tienes
que avergonzarte. No necesitas cuestionar tu propósito o tu lugar en esta
tierra.
Eres una mujer, un don, una fuerza a tener en cuenta. Y
debes estar orgullosa de lo que eres, y en lo que te convertirás.
Escrito por Paola Céspedes de Hoy Aprendí.
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