¿Vives en la arrogancia y no te das cuenta? Descúbrelo...

¿Recuerdas la famosa fábula de la tortuga y la liebre? Estaban teniendo una carrera y la liebre era obviamente la favorita para ganar. Pero a causa de la arrogancia tonta, la liebre terminó perdiendo contra la tortuga y se convirtió en la burla de todos.

IMAGEN: ALTOF FTHERORUCE
Además, ¿alguna vez has visto a alguien que es encantador, simpático, y siempre está rodeado de gente como si él o ella tuvieran una gravedad que atrae a la gente a su alrededor? ¿Alguna vez te has preguntado qué es lo que los hace tan especiales? Déjame decirte, uno de los secretos es la humildad.

La humildad es un rasgo ventajoso para cualquier persona. A la gente le gusta estar cerca de personas humildes porque las hacen sentirse cómodas - no necesitan preocuparse por alguien que intenta humillarlas o robar su atención. También hacen que la gente se sienta bien - porque no se centran en sí mismos, sino en la gente que los rodea.

¿Posees esta cualidad tan admirable o estás atrapado en la arrogancia como la liebre?
Realiza un control personal sobre ti mismo con la siguiente lista:

Te sientes en secreto mejor que nadie
Aunque nunca dices que eres mucho más superior que todos, siempre te sientes así por dentro. Te crees más inteligente, más guapa, más competente, básicamente mejor que nadie. No, no decirlo no te hace humilde. Es el pensamiento lo que cuenta (porque, ¿a quién estás engañando? Puedes pensar en secreto, pero tu actitud y comportamiento te delatarán de todos modos).

Nunca saludas primero
Cuando estás siendo arrogante, quieres hacer de todo una competencia, porque tienes hambre de gloria. Incluso algo tan cálido y tan mundano como el saludo, lo tratas como una competencia. Piensas que eres mejor que todos los demás, por lo que deben saludar primero y no al revés. Piensas que si los saludas primero, estás reconociendo que eres inferior a ellos.



Ignoras a los demás
Por supuesto, a veces hay momentos en que sentimos que estamos rodeados de idiotas por todos lados y tenemos que ignorarlos para mantenernos cuerdos. La palabra clave en esa oración es "a veces". La gente no actúa idiota todo el tiempo, aunque a veces se ven como si lo hicieran.

Interrumpir Otros
Pregúntate a ti mismo: ¿cuándo fue la última vez que escuchaste a los demás? Podrías decir "oh, sólo hace algunos minutos". Pero ¿realmente escuchaste lo que la otra persona dijo? ¿Esperaste hasta que la otra persona termine y luego respondiste en consecuencia? Las personas arrogantes tienden a descartar la importancia de escuchar a otras personas hasta que terminen su oración. Ellos piensan que son tan listos que pueden deducir el resto de la frase ellos mismos. O piensan que la otra persona no es importante por lo que cuanto menos hablen, mejor.

Tomas la crítica de mala forma
¿Qué es la crítica? Nunca escuchas eso. Todo lo que escuchas es a alguien que te culpa. Cada crítica, incluso la más constructiva, suena como un intento de destruirte en lugar de arreglarte porque eres perfecto y no crees que necesites arreglos.



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