Existen miles de textos e información sobre cómo manejar
las pataletas en nuestros niños pequeños, a partir del año, esos terribles dos
años y los interminables 3 años, hasta llegar a los 4, donde el niño
emocionalmente comienza a hacerse más estable y equilibrado.
El caso es, que suenan maravillosas las múltiples
soluciones, tips y recomendaciones que nos dan a las madres para manejar las
pataletas de nuestros hijos, entonces nos enfrentamos a la realidad y nos
encontramos allí, junto a nuestros pequeños, en un espacio público donde
nuestro niño grita, llora y además se derrumba en el piso frente a una multitud
de personas, comenzamos a sonrojarnos, queremos en ese momento que la tierra
inexplicablemente se abra y nos tragué, que nadie nos observe cuando deseamos realmente
pellizcarle y buscar la manera más inmediata de que el niño se calme, una cosa
es tener el conocimiento y otra es aplicar la práctica.
“No hay más calma que la engendrada por la
razón”.
Séneca
Curiosamente jamás faltan los consejos de las madres
recomendándote cómo manejar la pataleta de tu hijo, debes tener paciencia,
serenidad, eso es normal, mantener la cordura, busca calmarlo y resulta que en
ese momento, en ese simple instante de la pataleta, que aunque dure segundos
para nosotros representan años, nos quedamos inmóviles y totalmente
descontroladas frente a nuestras emociones.
Y es que, qué nos hace pensar que los niños entre todas
las maravillas que albergan, no tienen la capacidad de desubicarnos completamente
y para colmo, la mayoría de las veces es en un lugar público o en el sitio
donde menos deseamos que nuestro hijo reviente en pataletas?..
"Cuando el mar
está en calma todo el mundo puede ser timonel".
Siro
En principio sólo puedo decirte que es normal, no la
pataleta y el berrinche del niño que también lo es, sino tu malestar y tu
propia frustración ante su reacción emocional, sin embargo, es importante
mantener siempre claro, cueste lo que cueste, que nosotros somos los adultos y
que somos los que tenemos la capacidad de manejar nuestras emociones, pues
nuestros pequeños apenas están empezando a darse cuenta en el mundo de sus
propias reacciones y de cómo manifestarlas.
De manera que más allá de un manual de actuación frente a
los berrinches de tu hijo, trata de recordar siempre que tú estás un paso
adelante para controlar esta situación y que si bien, en algunos casos se
recomienda ignorar, en otros se dice jamás ignores, lo importante es que tú como
madre intuyas y comprendas la actuación y el sentimiento que en ese momento
aflora de tu pequeño y como buena conocedora, busques la mejor manera de
calmarlo.
Mi hijo es mi
guerrero, hasta en los peores momentos…Anónimo
Incluso muchas madres solemos conocer el momento previo a
la pataleta de nuestros hijos, más sin embargo, caemos una y otra vez en la
misma situación, si puedes evitarla hazlo, no salgas a la calle con él en los
momentos en que sabes puede irritarse, mantenlo alimentado e hidratado y
siempre lleva contigo ese juguete, esa distracción o es entretenimiento, que
sabes puede calmarlo, no se trata de consentir sus pataletas y berrinches sino
de ser mucho más inteligentes en el ámbito emocional y adelantarnos a estas
situaciones.
Y si inevitablemente caemos en ellas y nos hallamos en
este momento tan frustrante para las madres y para los hijos, lo importante es
poderlo manejar con naturalidad, no eres un extraterrestre, tu hijo tampoco lo
es, no importa que te observen y lo que piensen los demás, recuerda que ese ser
que ahora patalea en el piso, es el pequeño que estuvo en tu vientre y que
únicamente tú tienes la capacidad de calmarlo, tómalo en tus brazos,
acompáñalo, ignóralo o distraelo, tú como madre debe saber la manera apropiada
y amorosa para lidiar con tu hijo, confía en ella y recuerda de manera positiva
que es solo una etapa más, no habrán resultados más exitosos.
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