Frente a la adolescencia de tu hijo, jamás debes cansarte…

La aterradora etapa de la adolescencia de nuestros hijos, parece una etapa de nunca acabar, y aunque parece imposible salir con éxito, he aquí algunos aspectos que nos ayudarán a superar esta etapa de la mejor manera para todos:
Edúquese, en la medida de lo posible lea libros sobre la adolescencia. Piense en su propia adolescencia, Prepárese para los altibajos emocionales, identifíquese con su hijo, no se predisponga, los padres que saben qué les espera pueden afrontarlo mejor. Y, cuánto más sepa sobre la adolescencia, mejor se podrá preparar.

La gente joven está convencida de que posee la verdad. Desgraciadamente, cuando logran imponerla ya ni son jóvenes ni es verdad. Jaume Perich.

Hable con su hijo antes de que sea tarde, escuche esa voz interna que nos alerta y que en muchas ocasiones preferimos ignorar.

Póngase en el lugar de su hijo, practique la empatía con su hijo. Ayúdele a entender que es normal que esté un poco preocupado o cohibido y que también es normal que a veces se sienta “mayor” y otras como si todavía fuera un “niño”.

Escoja sus batallas, no pierda el tiempo en nimiedades, si su hijo adolescente quiere teñirse el pelo, pintarse de negro las uñas de los pies o vestir de forma estrafalaria, tal vez valga la pena que usted lo piense dos veces antes de oponerse. A los adolescentes les gusta sorprender a sus padres y es mucho mejor dejarles que lo hagan con cosas que son temporales e inofensivas. Guárdese las objeciones para las cosas que importan de verdad, como el tabaco, las drogas, el alcohol o cambios permanentes (e irremediables) en su aspecto, es mejor intentar comprender como se siente.


Fije expectativas realistas, es probable que a un adolescente le desagraden las expectativas que sus padres tienen sobre él. De todos modos, los adolescentes suelen entender y necesitan saber que sus padres se preocupan lo suficiente por ellos como para esperar determinadas cosas, como que saquen buenas notas, se comporten correctamente y respeten las normas de la casa. Si los padres tienen unas expectativas apropiadas, es más probable que los adolescentes intenten cumplirlas. Si usted no tiene unas expectativas razonables sobre su hijo adolescente, es posible que él sienta que no se preocupa por él.

La juventud es el momento de estudiar la sabiduría; la vejez, el de practicarla. Jean Jacques Rousseau.

Informe a su hijo y manténgase informado, no eluda los temas relacionados con el sexo, las drogas, el alcohol y el tabaco; si conversa con su hijo abiertamente sobre estos temas antes de que se exponga a ellos, habrá más probabilidades de que actúe de forma responsable cuando llegue el momento. Comparta los valores de su familia con su hijo y hable con él sobre lo que considera correcto e incorrecto.

Conozca a los amigos de su hijo y también a los padres de sus amigos. La comunicación habitual entre los padres puede hacer maravillas para crear un ambiente seguro para todos los adolescentes que pertenecen al mismo grupo. Los padres pueden ayudarse los unos a los otros a hacer un seguimiento de las actividades de sus hijos sin que éstos se sientan vigilados.

Preste atención a las señales de alarma, sepa identificar las señales de alarma, un cambio demasiado drástico o duradero en la personalidad o comportamiento de un adolescente puede indicar que existe un problema real que requiere ayuda profesional.

Respete la intimidad de su hijo, para ayudar a su hijo a convertirse en un adulto joven, deberá respetar su intimidad. Si usted detecta señales de alarma de que su hijo podría tener problemas, entonces no tendrá más remedio que invadir su intimidad hasta llegar al fondo del problema. Pero, en caso contrario, deberá mantenerse al margen.

Si la juventud es un defecto, es un defecto del que nos curamos demasiado pronto. James Russell Lowell.

Supervise lo que ve y lo que lee su hijo, programas de televisión, revistas, libros, Internet; los chicos pueden acceder a un montón de información. Esté al tanto de lo que ve y lee su hijo. No tema fijarle límites sobre la cantidad de tiempo que puede pasar delante del televisor o de la computadora. Sepa qué aprende su hijo de los medios de comunicación y con quién se comunica a través de Internet.

Establezca normas apropiadas, la hora a la que su hijo adolescente debe acostarse ha de ser la adecuada para su edad, como cuando era un bebé. Los adolescentes todavía necesitan dormir de 8 a 9 horas por la noche. Recompense a su hijo por ser una persona digna de confianza. ¿Respeta el “toque de queda” de las 10 de la noche los fines de semana? En tal caso, desplácelo hasta las 10:30. ¿Tiene un adolescente que participar siempre en las salidas familiares? Fomente que su hijo pase una cantidad de tiempo razonable con la familia.

Y recuerde que esta etapa no es eterna…

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