El estrés es una cosa difícil. Puede provenir del trabajo,
la escuela y la vida familiar, por nombrar algunos. En niveles saludables, el
estrés puede motivarnos a hacer las cosas. Pero en una cultura alimentada por
altas expectativas y estilos de vida multitarea, es fácil que el estrés se
acumule. Puede afectar nuestra salud más allá de nuestros pensamientos.
IMAGEN: TEENIK |
Reconocer los signos de estrés puede parecer una obviedad,
pero muchos de estos síntomas pueden desarrollarse mientras nos distraemos con
la rutina diaria. Ser consciente de estos signos puede ayudarte a dar un paso
atrás y mejorar la forma de lidiar con el estrés.
Estás constantemente al borde del precipicio
Una situación tensa puede convocar un cóctel de sensaciones
incómodas. Pánico, ansiedad, preocupación, ya sabes el ejercicio. Pero cuando tu
estrés está al máximo todo el tiempo, es probable que experimente estos
sentimientos regularmente. El estrés comienza la respuesta de "lucha o
huida", manifestándose a través de los latidos cardíacos rápidos y los
músculos tensos. Esta es la manera en que tu cuerpo se protege de su percepción
ante una emergencia. Si el estrés se ha hecho cargo, hay una buena probabilidad
de que estos sentimientos describan tu estado de ánimo cotidiano. Tómate un
minuto para reflexionar sobre los factores de estrés mental que puedes tener
sin que te des cuenta. Ten en cuenta que tu irritabilidad puede ser confundida
con la hostilidad ante tus compañeros de trabajo, amigos y familiares.
Los hábitos de comida han cambiado
Desde los apetitos inducidos por las hormonas hasta las
elecciones conscientes, no es sorprendente que un cerebro estresado pueda
afectar nuestros hábitos alimenticios. Un estudio en Comportamiento Fisiológico
comparte que el estrés realza el eje límbico-hipotálamo-hipófisis-adrenal, el
camino que promueve una mayor ingesta de alimentos. También puede funcionar de
otra manera. La APA explica que el estrés puede provocar náuseas, dolores de
estómago y un apetito suprimido. Básicamente, sabes que algo está mal cuando
tienes demasiado en el estómago tu comida preferida.
Tu periodo es irregular
Tu período señala lo que sucede dentro de tu cuerpo. Y
puesto que la menstruación es la culminación del enlace hormonal de tu cerebro
con tus ovarios, el estrés mental puede ser el primero en interrumpir tu ciclo.
Se reduce la prostaglandina, la hormona que facilita los calambres que trabajan
para arrojar tu revestimiento uterino. La revista internacional sobre la
biología del estrés comparte que el estrés aumenta la prostaglandina,
interrumpiendo la preparación del embarazo. Un aumento en la prostaglandina
también puede amplificar los síntomas del período, haciendo que los calambres
se sientan aún peor.
Tu programa de sueño está apagado
Dormir es el tiempo principal del cuerpo y la mente para su
recuperación. Pero cuando estás estresado, tu cerebro tiene dificultades para
recuperarse. Los investigadores de la UC Berkeley descubrieron que aquellos que
sufren de ansiedad constante probablemente experimenten privación del sueño.
Que la falta de sueño puede intensificar la ansiedad, dando lugar a impactos
negativos que son más duros en aquellos que están estresados para empezar. Es
un círculo vicioso que requiere una práctica consciente de los hábitos de
inducción del sueño para aliviar el estrés antes de acostarse.
Cuando estás acostumbrado al bullicio de la vida, el estrés
puede acumularse sin previo aviso. Tómate un momento para detenerte y pensar
cuando tu cuerpo podría estar tratando de decirte que es el momento de tomarlo
con calma. Si bien no podemos cambiar el mundo exterior, podemos centrarnos en
cómo manejar lo que está sucediendo dentro de nosotros.
Escrito por Paola Céspedes de Hoy Aprendí.
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