Hoy mi hijo cumple 7 años y yo 23. Sí, lo tuve cuando tenía
16 años. Las decisiones que tomaba cuando era una adolescente eran un poco
tontas, y muchas veces tenía miedo de llevar a mi hijo por ese camino. Hoy lo
llevé al parque para celebrar nuestros cumpleaños. Jugó por horas con una niña
que marcas de quemaduras por todo su pequeño rostro. Cuando mi hijo se tomó
descanso para comer, señaló a la pequeña niña y dijo, “¡Ella es muy linda y
divertida!”, lo que me hizo pensar, “Debo estar haciendo algo bien con él”.
IMAGEN: PEXELS |
Esta tarde, mi hijo de 8 años me abrazó muy fuerte y me
dijo, “¡Tú eres la mejor mamá del mundo!” Sonreí un poco sarcástica y le
pregunté, “¿Cómo sabes que lo soy? No has conocido a todas las mamás de todo el
mundo”. Mi hijo me abrazó más fuerte y me dijo, “Si lo he hecho, tu eres mi
mundo entero”.
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Hoy, cuando ella despertó del coma en el que estuvo durante
6 meses, me besó y me dijo, “Gracias por haber estado aquí todo este tiempo, y
por contarme todas esas hermosas historias, nunca me rendí… Y sí, acepto
casarme contigo”.
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Hoy descubrí que mis padres han estado trabajando por la
noche en trabajos eventuales para poder pagarnos la universidad a mi hermana y
a mí. Mi padre dijo, “Ustedes dos serán los primeros en la historia de la
familia en obtener un título universitario. ¡Dos trabajos son nada! Trabajaría
en tres si fuera necesario para poder verlos a los dos graduados”.
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Escrito por Kevin Guanilo de Hoy Aprendí.
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