Escrito por Cristina Roda Rivera
Dicen que cuando todo pasa,
queda lo realmente importante, que es la familia. Más numerosa o menos, con
problemas o sin ellos, todas las personas acuden a alguien de su familia cuando
realmente necesitan intimidad, sanación y un poco de retiro. En este artículo
vamos hablar del lujo de tener sobrinos.
Esto es una auténtica suerte
que no todas las personas pueden disfrutar por diversas causas, pero hay que
señalar que no todas las familias son de sangre y muchas personas han hecho de
allegados y amigos su propia familia, porque han encontrado en ellos el respeto
y la comprensión que su familia biológica les ha negado.
Tengas la familia que
tengas, verla crecer es una de las cosas más fascinantes que puedes
experimentar en esta vida.Ver como una nueva generación va poniendo todo patas
arriba con su alegría e inocencia, es algo contagioso para padres, tíos y
abuelos.
Muchas veces el papel de los
tíos no es muy señalado y reconocido, pero lo cierto que entre sobrinos y tíos
se establece una relación especial con una idiosincracia que merece ser
explicada. Porque tener sobrinos es un lujazo que la vida pocas veces te dará
con tanta generosidad.
Aprendes lo que supone el
cuidado de un niño
Los primeros pañales, los
primeros lloros incontrolados y los primeros síntomas de pánico al creer haber
confundido la parte del biberón que era para los cereales, por la de la leche
en polvo. La tensión de coger en tus brazos lo que para tu hermana o hermano es
el tesoro más grande es para ti todo un aprendizaje.
La primera vez que coges a
tu sobrino en tus brazos, sientes como toda la fuerza y el cariño que procede
de tu familia se ha materializado en ese pequeño ser que no puede resultarte
más perfecto
Siempre con responsabilidad,
cada vez asumes más tiempos de cuidado a cargo de tu sobrino y te das cuenta de
que el pánico y el miedo no son buenos consejeros. Vas cogiendo práctica en el
arte de proteger, de dar cariño y de sentir amor sin esperar nada a cambio,
porque su sola presencia ya lo suple todo: sueño, agobio y tu ropa manchada de
diversas sustancias de lo más variopintas.
Proporcionas respiro a tus
hermanos
Cuando te das cuenta de la
responsabilidad tan grande que es pasar unas horas con tu sobrino
automáticamente, sientes empatía por todo lo que puede estar pasando tu hermano
o hermana.
En el caso de que sea tu
hermana la que ha pasado por un embarazo y parto con todo lo que ello implica,
sientes como la prudencia y la comprensión son las mejores formas de establecer
una buena relación entre todos.
Hacer un favor a cambio de
algo todavía mejor no es una situación corriente, así que con tu presencia les
regalas horas de sueño, duchas tranquilas y momentos de pareja, a cambio de
pasar más tiempo con ese pequeño ser que tiene a todo el mundo revolucionado.
Al fin y al cabo, darle
paseos en su carrito, enseñarle tus compras con una aprobación siempre en su
rostro y ver como juega y se sorprende con las palomas, no parece un favor tan
pesado.
Ellos crecen en estatura y
tú en grandeza
La posición de toda “tita o
tito” es bastante cómoda. Disfrutas de todas las ventajas de tu sobrino sin ser
tú la responsable principal de su crianza. Pero eso nunca es reprochable, todos
lo saben y tú también, por lo que normalmente disfrutar de esa situación de
ventaja es lo mejor que puedes hacer.
Solo una tía puede abrazar
como una madre, aconsejar como una amiga, mimar como una abuela y guardar
secretos como una hermana.
Es ahí dónde aprecias lo
importantes que podéis ser el uno para el otro. Cuando se establece una
relación de cuidado y disfrute, que sigue las normas de los padres pero creando
un nuevo vínculo entre vosotros.
Vuelves a tu infancia
Los padres se preocupan de
inculcar unos valores y disciplina a sus hijos que toda la familia debe
respetar, para así reforzar su autoridad y a su vez reforzar el sistema de
reglas y disfrute del propio niño.
Cuando te ocupas de tu
sobrino, eres consciente de que tienes que seguir esas indicaciones educativas,
pero al estar ya establecidas tienes mucho más tiempo para jugar y “explorar
nuevos mundos”.
Ponerte al día de las
novedades de dibujos animados y los curiosos razonamientos que sacan tus
sobrinos de ellos, inventar nuevas coreografías de bailes y juegos en las que
tú puedes terminar siendo el gato, el perro o el vampiro, es un entrenamiento
rápido y eficaz para perder todo sentido del ridículo ante tus iguales.
Eres su apoyo para sus
primeras lágrimas y angustias
Aunque a veces nos
enternezca su peculiar método deductivo para entender el mundo y sus dilemas
vitales “nos parezcan cosa de niños”, ellos viven sus angustias y penas con
mucha contradicción e intensidad.
Para bien o par mal, el
filtro del conocimiento y entendimiento de ciertas cosa aun no está del todo
amoldado en ellos, lo que conlleva que cualquier llamada de atención de los
adultos o desprecio de sus amigos lo vivan como un auténtico drama. Y ahí estás
tú, para sostenerlo, apoyarlo y secar sus primeras lágrimas.
Su mundo está lleno de
simbología, de amigos invisibles, de sueños relacionados con trabajar como
magos del mundo y salvadores de todo pequeño animal. La naturaleza es para
ellos una forma de juego y expresión, sus sentidos están mimetizados con la
realidad en la que viven.
Sienten la lluvia, el musgo
de los árboles y la tierra mojada como una prolongación de su imaginación. Es
por ello que su sensibilidad es especial, y debes explicarle las cosas con cariño
y algo de magia; para que entiendan cosas que son realmente serias sin
traicionar su pozo de ternura e inocencia. Es su etapa, es el mejor tiempo para
ser humano… así que contribuyamos a no romperle el encanto.
Guardar su encanto más puro
y volvérselo a mostrar cuando de adultos ellos duden de él
Guarda todos los recuerdos
que puedas de tus sobrinos, a veces padres y abuelos están tan sobrecargados
con su crianza que no tienen tiempo para guardar tantos detalles de ellos.
Haz que dibujen, que
escriban, hazles un vídeo en el que cuenten que quieren ser de mayores, qué es
lo más importante para ellos y porque les gusta vivir.Hazle muchas fotos y
anota en un cuaderno cosas que habéis hecho juntos. Dile que estáis “fabricando
un tesoro del tiempo” que solo será mostrado cuando llegue el momento.
Haz partícipe a tu sobrino
de la magia que sientes por él. Cada uno de nosotros hemos soñado alguna vez
con tener algo así de nuestra infancia. Ahora puedes crearlo para ti y para él.
Es por eso que tener sobrinos es un lujazo.
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