Escrito por Cristina Gonzales
Parece misión imposible,
¿verdad? Hay días en que sobrepasamos nuestros niveles de estrés en el trabajo
y terminamos llegando a casa agotadas, desmotivadas y sin energía para nada
más. ¡A todas nos pasa! Por eso precisamente te traemos algunos consejos que te
pueden ayudar a no estresarte en el trabajo. ¡Toma nota!
PEXELS |
1. Crea un ritual cada
mañana
Sabemos cómo te sientes:
suena el despertador y tu primer pensamiento es: ¡ojalá pudiese hibernar en mi
cama! Vamos retrasando la hora de levantarnos hasta que no nos queda otra que
salir corriendo y comenzar a prepararnos a contrarreloj. ¡Primer error del día!
Si ya empezamos la mañana estresadas, continuaremos así el resto del día. Un
truco que nos puede ayudar es preparar la noche anterior la ropa, el bolso y
los documentos que necesitamos llevarnos. De esta manera ahorraremos tiempo
para poder levantarnos con calma, desayunar, arreglarnos e irnos.
2. Organiza tu mesa de
trabajo
Si tu escritorio está lleno
de post-its, bolígrafos, material de oficina, tazas, papeles, etc, ¡ha llegado
la hora de poner orden! Intenta despejar tu mesa de trabajo todo lo posible y
haz de ella un rincón agradable. Céntrate en los pequeños detalles: quizá unas
flores sutiles, un marco con una foto que te guste y un tarro en el que puedas
recoger todos los bolígrafos sea suficiente.
3. Opta por el té en vez de
por el café
Beber más de dos o tres
tazas de café a lo largo de la mañana no te convertirá en una superwoman, al
contrario: serás una bola de nervios. Limita el consumo de café y opta por
tomar infusiones cuando sientas que estás especialmente estresada. El té de
tilo, azahar, o melisa te pueden ayudar a relajarte sin que te entre sueño.
4. Utiliza la hora de la
comida para desconectar
No vale con comerse un
sándwich delante del ordenador. Si tu jornada laboral tiene un tiempo
establecido para la hora de la comida, aprovéchalo, es tuyo. Sal fuera a comer
o bien hazlo en la oficina, pero procura hacerlo lejos del teléfono y el
ordenador. Disfruta de la comida, charla con tus compañeros o relájate
simplemente sin hacer nada. Esta pausa es totalmente necesaria para poder
continuar con nuestro trabajo sin agobiarnos tanto.
5. Identifica la fuente de
tu estrés
¿Tienes dificultades para
priorizar? ¿Tu jefe te carga con exceso de trabajo y responsabilidades? ¿No
consigues congeniar con algunos compañeros? Es importante determinar de dónde
proviene nuestro estrés para poder encontrar la solución adecuada.
6. ¡Muévete!
Si estás las ocho horas
pegada a la silla le estarás haciendo un flaco favor tanto a tu cuerpo como a
tu mente. Necesitas hacer pequeñas pausas a lo largo del día: levántate para ir
al baño, para llenar tu botella de agua, para tomar un poco el aire, para hacer
una llamada...
7. Delega
No tienes por qué hacerlo tú
todo. Por supuesto, es tu trabajo y es tu responsabilidad, pero cuando ya no
puedas más debes ser capaz de delegar en alguien o de decírselo a tu superior
con confianza y respeto para que él se encargue de repartir el trabajo de
manera equitativa. Una charla a tiempo puede ahorrarte un exceso de estrés.
8. No mezcles tu trabajo con
tu vida personal
Es esencial para poder
llevar una vida feliz. Para ello te recomendamos que hagas una lista en papel
con todas las tareas pendientes que tienes que hacer en el trabajo. Déjala
sobre tu escritorio y ve tachándolas según las cumplas. Una vez que salgas por
la puerta de tu oficina, ¡se acabó! Comienza tu tiempo libre y el derecho a
disfrutarlo.
Fuente: el post completo y original lo puedes consultar en enfemenino
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