Como nos cuesta salir de la
individualidad, abandonar la comodidad de nuestro propio espacio, tiempo,
intereses y seguridad efímera en la vida, que difícil puede llegar a ser el
sacrificio sin obtener nada a cambio, únicamente el beneficio y bienestar del
otro…
Es muy complejo para el ser
humano, entender la naturaleza de la igualdad entre los hombres, de hacer la
conciencia para no actuar en detrimento de nadie, por convicción y no por
obligación, resulta cuesta arriba accionar sin recibir ningún beneficio, a tal
punto, que nos hemos ocupado extremadamente en el hecho de encontrar nuestra
paz, nuestra plenitud, ese estado emocional que nos permita estar ausente…de
qué?…del sufrimiento ajeno?…de los conflictos de los demás?…de nosotros
mismos?…
La igualdad tal vez sea un derecho, pero no hay poder
humano que alcance jamás a convertirla en hecho. Honoré de Balzac
Es evidente que tenemos que
encontrar la manera de vivir en paz, de mantener un equilibrio y una armonía
que nos permita mantener cierta salud mental, serenidad, optimismo y tomar las
decisiones más acertadas posibles, sin embargo, esto no significa que no
tengamos que enfrentar fracasos en la vida, quizás tengamos una actitud más
positiva para superar los obstáculos, pero esto no lo sabemos en realidad.
Ocurre que las acciones que
emprendemos por los demás, suelen resultar más satisfactorias que las que
hacemos de manera individual, pues la felicidad que generamos en los demás,
encierra una esperanza, una gratitud, un sentimiento y una emoción que enaltece
el valor de la humanidad.
Es preferible el bien de muchos a la opulencia de
pocos. José Martí
Solemos desconectarnos de
tal manera, que terminamos incluso por aislarnos de nuestra propia familia, de
las personas que amamos, de aquellos a quienes les importamos y nos valoran,
esto no lo percibimos de inmediato, pero podemos hacer una reflexión y
preguntarnos si realmente aislarnos en la búsqueda de nuestra propia virtud nos
conducirá al progreso.
El sacrificio que hacemos por
los demás, puede resultar la manera más acertada de vivir, la forma más sensata
de actuar y de hallar la propia virtud, no es creándonos un mundo de ilusiones
lo que nos enseñará la virtud de la vida.
Todo en la vida tiene un
precio, muchas veces no somos conscientes de lo que dejamos atrás, incluso
pensamos que vale la pena siempre y cuando sea en nuestra provecho, sin
embargo, es necesario tener claro que en la vida el verdadero progreso consiste
en hacer afinidades, en cobrar y pagar deudas, en mezclarnos, relacionarnos,
amar y ser amados, no en evitar conflictos y cortar de raíz las relaciones que
nos atan a personas con las que no estamos muy de acuerdo.
Todos los hombres nacen iguales, pero es la última vez
que lo son. Abraham Lincoln.
Hagamos una reflexión sobre
el valor de la vida, sobre las personas, sobre las afinidades, sobre los
antagonismos y sobre el poder que nos otorga amar, únicamente esto nos hará
progresar, vivir, enfrentar lo que de alguna manera elegimos.
Aunque siempre resulte más
fácil y cómodo aislarnos, evidentemente no es allí donde resolveremos las
situaciones, vale más asumir y acercarnos a quienes nos rodean, a sus
necesidades e ilusiones, que vivir apartados de nuestra propia historia.
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