Amar es depositar el alma en una persona tan imperfecta como tú

Por mucho que a veces nos cueste verlo, el amor no lo puedo todo. Amar puede ser el estado emocional más gratificante, pero hacerlo ciegamente no compensa la dedicación y el esfuerzo que necesita una relación para ser una fuente de bienestar para ambas partes. Ciertas rupturas amorosas nos ponen en sobreaviso de las actitudes que tenemos que alejar de nuestras vidas.
Todos tenemos ideas sobre cómo se debe amar, pero tenemos que tener en cuenta que nuestra pareja también tiene su peculiar concepción sobre el amor. En este punto, es bueno que nos paremos a pensar si nuestras creencias sobre el amor son compartidas por nuestra pareja y, de no ser así, si eso está afectando a la relación.

Muchos conflictos de pareja no vienen derivados de falta de sentimientos, sino de falta de entendimiento.

En algún momento de nuestra vida, es posible que hayamos tenido fuertes sentimientos hacia alguien con el que no nos entendíamos. No se trata de castigar al otro hasta que vea las cosas como nosotros las vemos, ni de ceder en toda ocasión para que nuestra pareja no se moleste, se trata de formar una relación que no dé lugar a esos extremos.


“Amar no es mirarse el uno al otro sino mirar los dos hacia la misma dirección”
-Antonie de Saint-Exúpery-

Amar es depositar el alma en una persona tan imperfecta como tú

Cuando estamos en el proceso de enamoramiento y vivimos la magia psicoquímica que acompaña el proceso de derrumbar las barreras que nos separan y de abrirnos al compartir, percibimos al otro como si fuera amor perfecto. Aunque este periodo es necesario para acercarnos emocionalmente a nuestra pareja, no deja de ser una parte inicial de la relación.

Toda la magia se transforma al igual que el amor. Darte cuenta que tu pareja no es perfecta es el primer paso hacia el amor. Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta.

Nuestra pareja puede facilitarnos el camino, pero nunca lo recorrerá por nosotros. La pareja es un medio, no un fin. Una pareja sana te permite hacerte consciente de ti mismo, de tu realidad y de tus falsedades, en un ambiente de libertad y aceptación.

“Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender”
-Françoise Sagan-

En una relación de pareja, ¿cuándo es suficiente?

Comunicarnos con los demás no es fácil. En las relaciones de pareja en muchas ocasiones el mensaje que queremos transmitir al otro no coincide con lo que esa persona interpreta, y entonces surgen los malentendidos, y con ellos los problemas. Si a esto le añadimos la creencia de que el amor todo lo puede, las dificultades se multiplican.

Podemos estar en la antesala de una posible ruptura de pareja cuando los pensamientos que tenemos constantemente en nuestra mente sobre el otro son los relacionados con todo aquello que no nos gusta de él o ella. Seguramente hubo un momento en que el otro nos compensaba, pero si la pareja no crece a una misma velocidad y no sigue teniendo un mismo punto de mira, se irá perdiendo aquello que un día hizo germinar la unión.

Para mantener una relación se necesita un alto grado de adaptabilidad y flexibilidad. Creer que el amor es solo deseo, arrebato y pasión nos alejará del verdadero concepto de amar. Obsesionarse por ese tipo de amor pasional nubla nuestros sentidos y no nos deja ver que hay más allá.

No hay nada más efímero que ese amor, y nada más auténtico que amar a alguien imperfecto con el que recorrer un camino común con objetivos distintos, tan distintos como cada miembro de la pareja.

Hay veces en las que no lo comprendemos, pero siempre es necesario un cambio enorme para seguir avanzando.

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