Para las personas que se disculpan demasiado

Desde que eras un niño, aprendiste a comenzar tus oraciones y terminarlas con una disculpa. Como si tu existencia fuera una carga para todos. Como si tus preguntas no fueran importantes. Como si tus palabras no fueran necesarias. Pero aquí está la verdad. La gente que te hizo sentir así estaba equivocada. Tus frases no merecen comenzar con disculpas. Deberías haber tenido la confianza desde que eras un niño que nada de ti merece una disculpa. Todo en ti es verdaderamente, y honestamente hermoso. Y nada de ti fue cometido como un error. Naciste para traer algo hermoso a este mundo y cada contribución que haces es importante.
IMAGEN: EBSQ
Piensa en la última persona que hiciste reír. Piensa en la última persona que ayudaste por tu buen corazón. Piensa en todos los que están contentos de saber que eres un verdadero amigo y que, si alguna vez se te pide algo, lo harás de la mejor forma. Piensa en todas las pequeñas cosas que haces por la gente, sin pedir nunca un agradecimiento.



No mereces disculparte por tu existencia ni por ser el tipo de persona que eres. Porque el tipo de persona que eres te hace excepcional y amado.

Tienes que aprender que esta es la verdad acerca de ti, que todo sobre ti fue creado para un propósito y por pedirte disculpas de tu existencia, estás reclamando que no tienes propósito. En algún lugar ahí fuera va a haber gente que te adore por ser tú mismo. Y ellos te enseñarán lo importante que eres, exactamente tal y como eres.

Así que deja de disculparte por tu existencia. Eres importante. Siempre lo fuiste y siempre lo serás.


Escrito por Kevin Guanilo de Hoy Aprendí.

Comentarios