Llegó el día tan ansiado y buscado, ¡el test arrojó un
esperanzador positivo! Este resultado no hace más que alimentar una gran
ilusión. Comienza un gran y emocionante camino de nueve meses que no me cansaré
de recorrer. Desde entonces, no podré dejar de soñar e imaginar cómo serás.
Ha llegado la primera consulta al especialista. Prometo
cumplir al pie de la letra cada una de las indicaciones. Te cuidaré desde este
momento y para siempre. Prometo proteger a este diamante en bruto, y pulirlo
con el más profundo amor que nace de mi corazón que hoy estalla de alegría.
Mi tesorito bebé, no puedo dejar de mirar mi vientre,
pensando que pronto comenzaré a ver el modo en que crece. Mi cuerpo será tu
cuna, te meceré día y noche entonando las más dulces canciones de cuna.
Estableceré interminables conversaciones con mi mejor, más fiel y leal
compañero de la vida.
Espero con ansias comenzar a vivir intensamente este
embarazo, disfrutaré cada segundo de esta maravillosa espera. Deseo con todo mi
ser comenzar a sentirte en mi interior. Experimentar la vida, sentir que un
cuerpo se desarrolla y crece dentro del mío.
Creerme refugio, abrigo y alimento natural perfectamente
diseñado por la naturaleza para la persona más importante de mi vida. Soñar e
imaginar cada día y noche cómo serás. Imaginarme madre, pensarte pleno y feliz
a mi lado.
Me intriga tanto saber cómo serás
Sí, comparto lo que me repiten mis seres queridos todo el
tiempo. En estos casos solo importa tu salud y bienestar. Así, el sexo y
ponerte una carita pasan a ser intereses secundarios. Pues te garantizo amor
eterno seas como seas. Niño o niña, moreno, rubio o colorado, da igual.
Sin embargo, no puedo dejar de pensar en ti. De imaginar
tu llegada, nuestro primer encuentro. Pienso en tu aroma, en tu rostro y la
suavidad de tu piel. Intento verte, para conocerte antes de tu llegada, para
matar la intriga que busca simplemente saber cómo serás.
Ya imagino tus diminutos dedos, esa pancita regordeta, tu
boquita desdentada. Muero con solo traer a mi mente tu mirada, de creerte
tenerte en mis brazos. Sí, no puedo dejar de acariciar mi vientre en este
momento en que te pienso e imagino.
Muero al solo imaginarte durmiendo tus siestas sobre mi
pecho. Me derrito al imaginar esa primer sonrisa, ese ancho de espadas que
podrá conquistarme y ganar la partida. Me veo inmediatamente llenando de besos
esos pequeños pies que prontamente te encontrarán dando tus primeros pasos.
Eres mi sueño más perfecto
Desde que me enteré de tu llegada a mi vida supe que
muchas cosas cambiarían. Y nada me hace más feliz que ello. Asumo con amor y
apuesto a esta experiencia que me formará como persona. Una mujer se renueva
para dejar salir su corazón de su propio cuerpo y convertirse en mamá.
Hoy lograste convertirte en mi sueño más perfecto. En una
ilusión que despierta sentimientos y sensaciones impensadas, inexploradas
anteriormente. Eres la esperanza vuelta vida, una sustancia perfectamente
diseñada para convertir en realidad cada uno de mis sueños.
El maestro que un dios me bajó para conocer y vivir de
cerca la más inmensa felicidad. Sí, a pesar de cualquier temor o duda que pueda
invadirme. Sé que me dotarás de un poder de valentía que me brindará una
fortaleza capaz de sortear cualquier obstáculo que se presente en mi
maternidad.
Quiero ver tu sonrisa alimentándose de la mía, quiero ser
tu cómplice y confidente. Me siento maravillada ante el milagro de la vida.
Deseo dar todo de mí para que seas el niño más feliz, asumiendo tus virtudes y
defectos, conviviendo con tus perfecta imperfecciones.
Hijo mío, hoy eres el anhelo más intenso que oculta mi
ser. Mi razón de vivir, el motor que me impulsa a seguir, mi fuerza motriz más
potente y efectiva. Hijo gracias por maravillarme como lo haces desde el minuto
cero, tómate tu tiempo que yo te esperaré porque sé que valdrás cada mes de
espera.
Este articulo fue realizado gracias a eresmama.com Si deseas seguir leyendo artículos de tu interés sigue explorando el sitio.
Comentarios
Publicar un comentario