Tu día a día está lleno de preocupaciones.
No paras de darle vueltas a la cabeza sobre lo que ha acontecido a lo largo del
día y por qué. Tratas de buscar soluciones a situaciones que ya están en el
pasado y no se pueden modificar. “Y si hubiera hecho esto en vez de esto otro…”
O si no es por eso, estás preocupado por lo que viene a continuación. No paras
de pensar en lo que tienes que hacer después de leer este artículo.
O lo que viene cuando termines de
comer. Y de lo que va a pasar mañana y pasado y al otro… ¡Y dentro de un mes!
El caso es que te pasas el día dándole vueltas a la cabeza viendo amenazas en
tu pasado y tu futuro, buscando soluciones a peligros que puede que ni existan…
¿Qué podemos hacer para dejar de preocuparnos? La terapia cognitivo-conductual
nos da algunas ideas al respecto… ¡Sigue leyendo!
“La preocupación no elimina el dolor del mañana, sino que elimina la
fuerza del hoy”
-Corrie ten Boom-
¿Qué es eso de la Ansiedad
Generalizada?
La Ansiedad Generalizada se
caracteriza porque la persona está constantemente inquieta o preocupada sobre
áreas de la vida cotidiana. Es decir, se anticipa constantemente y lo hace
pensando que en el trascurrir del día algo se va a torcer. Puede pensar, sin
motivos reales para ello, que le va a ir mal económicamente, que la van a echar
del trabajo o que sus hijos van a suspender.
Pero no solo eso. Los quehaceres
cotidianos, como la limpieza o las reparaciones de la casa o el coche generan
ansiedad, agobio y preocupación. Además, pueden darle vueltas a la cabeza sobre
temores y errores pasados. Así se entra en un bucle de pensamientos negativos
en los que la persona busca soluciones constantemente a los problemas, pero sin
llegar a poner ninguna en marcha.
Cuando se tiene Ansiedad Generalizada,
puede aparecer la inquietud o la impaciencia, así como tensión muscular.
También es característica la dificultad para mantener la concentración o poner
la mente en blanco. Aparecen problemas de sueño, ya sea para conciliarlo, para
mantenerlo o para que sea reparador. Pero también están más fatigados e
irritables.
Como os podéis imaginar, les cuesta
relajarse y temen aquellas situaciones en las que creen que su ansiedad va a
aumentar. ¿Entonces qué hacen? Las evitan, de forma que sus nervios se calman
momentáneamente. Lo malo de eso es que a la larga van tolerando cada vez menos
la ansiedad y evitando más situaciones, por lo que su vida se ve más afectada.
¿Qué pasa con mi diálogo interno en la
Ansiedad Generalizada?
El caso es que estas personas perciben
la mayoría de las situaciones como peligrosas. Se interpreta la realidad de
forma perjudicial constantemente, sacando conclusiones negativas aunque no haya
evidencias de que algo va a ser malo para nosotros.
Los sesgos cognitivos, las creencias
irracionales y los pensamientos automáticos juegan un papel en todo el proceso.
Estas personas tienden a atender a estímulos negativos, interpretan la
información de forma negativa para ellos y valoran las situaciones actuales en
base a otras pasadas que fueron malas para ellas.
“¿No puedes borrar las angustias grabadas en el cerebro y, con un dulce
antídoto de olvido, arrojar de su seno oprimido las peligrosas materias que
pesan sobre el corazón?”
-William Shakespeare-
Además, se tiene una serie de
creencias sobre cómo debería funcionar el mundo que no se ajustan del todo a la
realidad. Pero no solo eso, saltan una serie de pensamientos ante las
situaciones que no nos cuestionamos y no son funcionales para nosotros.
Por ello, es necesario que aprendamos
a identificarlos. Una vez que hayamos hecho, nos podremos preguntar qué
evidencias tenemos a favor y en contra de ellos. Es decir, buscar la
información que sea congruente o incongruente con los mismos. Así, podremos buscar
interpretaciones de la realidad más realistas, de manera que alejaremos la
tentación de pensar de manera catastrófica.
¡Aprende a relajarte y a tomar
decisiones!
La realidad es que, esto de aprender a
localizar y modificar nuestros pensamientos es un tanto complejo y requiere la
ayuda de un buen psicólogo para que podamos llevarlo a cabo de forma efectiva.
Pero no sólo hay que trabajar con nuestros pensamientos. Se hace necesario
controlar la ansiedad desde más frentes.
“La capacidad para soportar la ansiedad es importante para la
autorrealización del individuo y para su conquista del entorno. La realización
de uno mismo solo se alcanza avanzando pese a los choques emocionales. Ello
indica cuál es el uso constructivo de la ansiedad”
-Kurt Goldstein-
También te propongo que aprendas a
relajarte, para conseguir que la tensión muscular y la activación fisiológica
bajen. Una buena forma para hacerlo es practicar la respiración abdominal, que
podremos utilizar en cualquier situación una vez que hayamos adquirido la
habilidad. Otra técnica que puede ser interesante sería la relajación muscular
progresiva.
Además, ya hemos dicho que estas
personas se dedican a buscar posibles soluciones en su cabeza pero no llegan a
poner en marcha ninguna. Por lo tanto, también les va a venir bien aprender a
tomar decisiones y a llevar a cabo las soluciones que hayan pensado sin que
pase nada porque no sea la adecuada. El caso es probar hasta dar con la idónea…
¡Equivocarse es de humanos!
Como ya hemos hablado, la evitar
aquellas situaciones no es la estrategia que más nos beneficia. Por ello, es
relevante que dejemos de escapar de ello. Si nos ponemos nerviosos, podemos
poner en práctica las estrategias de relajación adquiridas. El camino para
superar este malestar no es fácil, pero con ayuda de un profesional cualificado
podremos recuperar nuestra calidad de vida… ¡A por ello!
Este articulo fue realizado gracias a lamenteesmaravillosa.com Si deseas seguir leyendo artículos de tu interés sigue explorando el sitio.
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