Si realmente te ama, no te lo preguntas, lo sientes y listo

Los mecanismos para verificar si alguien nos ama, solo sirven cuando queremos inflarnos un poquito a través de una lista de chequeo, que aplicamos a sabiendas de que nos sentimos amados. Sin embargo, cuando la duda es real, muy probablemente no nos estemos siendo amados, o al menos no de la manera que queremos o pensamos merecer.
Hay muchas maneras de amar, pero algo tienen en común y es justamente que ese amor se siente, en cada gesto, en las palabras, en los cuidados, en la protección, en la honestidad, en un sencillo beso en la frente. El amor es la energía que nos mueve, pero algunas veces esa esencia no sabemos explotarla o exteriorizarla, no sabemos amar y muchas veces no permitimos que nos amen.

Quien nos ama, siempre procurará nuestro bien, buscará sumar a nuestra felicidad, sabrá cómo darnos un consejo que considere nos pueda ayudar, nos ayudará a volar, sin colocarnos grilletes, se sentirá orgulloso de nuestros logros, sin sentir celos, envidia o miedo a perdernos, nos cuidará sin la presión de un carcelero, sino más bien como un ángel protector, estaremos presentes en sus proyectos, en sus oraciones, en su corazón, buscarán estar cerca sin invadir nuestro espacio y desde allí pensarán en crecer a nuestro lado.


Es inevitable darnos cuenta de que alguien nos ama, es como estar cerca de unas cornetas de alta potencia, que hasta un sordo podría sentir su vibración. Muchas veces no es necesario que lo diga, porque los hechos están allí para sustentarlo. También es inevitable darnos cuenta de que alguien no nos ama y de la misma manera no necesita verbalizarlo, para nosotros poderlo percibir.

Si tenemos una condición mental y emocional sana y nos preguntamos constantemente si alguien nos ama, buscamos pruebas, nos sometemos a cualquier test que nos ayude a aclarar los sentimientos de otra persona, quizás la respuesta sea muy evidente y lo que ocurre es que no queremos reconocerla.

Asumir que alguien que nos interesa no nos ama, que nunca lo ha hecho, que ya no lo hace, o cualquiera de sus presentaciones en tiempo y espacio, puede resultar muy doloroso, sin embargo, es el primer paso que debemos dar para un proceso de concientización y liberación. Así como puede que nos amen sin correspondencia, no estamos exentos de esa situación.

La vida es corta y debemos decidir sabiamente a qué y a quién le dedicamos nuestro tiempo, nuestros recursos, nuestros espacios y nada más insensato que hacerlo en quien no tiene las mismas intenciones que nosotros. Aprender a amar y ser amados es uno de los propósitos de nuestra existencia.


Este articulo fue realizado gracias a mujer.guru Si deseas seguir leyendo artículos de tu interés sigue explorando el sitio.

Comentarios